Cruzamos caminos por azar, mientras nos mirábamos uno al otro sin coincidir, yo en la calle y tú desde el aparador, hasta que un simple saludo permitió que rompiéramos el hielo, intercambiamos teléfonos, por error no fue el correcto, sin embargo, eso no impidió que insistiéramos en salir y conocernos, enamorándonos y con un beso por los dos deseado, comenzamos esta gran historia de amor, que se ha fortalecido a través de los años